miércoles, 30 de marzo de 2016

III Subia Fuente del Sabuco, Granada (29-02-2016)

¿Que habia mejor que hacer, que salir en bici un 29 de febrero?. Pues una carrera en la que casi todo el recorrido es subiendo, hasta alcanzar los 2000 metros. 
En principio una convivencia más que una carrera, con ciclistas de la zona. Pero nada de eso, al ver que ya entre los inscritos estaba uno de los campeones de triatlon de Almeria, cosa rara, cuando está prueba no era puntuable. 
La carrera empezó un poco precipitada, ya que llegue con el tiempo justo y con poco tiempo para calentar. En la primera subida ya se me sale la cadena, luego se me cae la tapa de la cámara, un ratico buscandola, con lo cual me quedo ya casi de los últimos, y sin poder encontrar la tapa. Luego el recorrido por el lago fue muy espectacular, con subidas y bajadas. Entonces empezaba a recuperar posiciones, me encuentro a Esther, y la adelanto manteniendo mi ritmo. Pero ya no encontraba a nadie más. Así que estuve varios kilómetros solo.
Los últimos cuatro quilometros fueron épicos, ya soplaba el viento, hacia frío, y de moral no iba muy bien. Pensé en las palabras de Valentín Sanjuan, que menospreció la carrera en la Titan Tropic, y lo paso mal, pero luego miro a la carrera a los ojos y tiro de aptitud. Yo no se de que tire, pero tardé en hacer el último kilómetro 11 minutos. Es decir, andando, hubiera ido más rápido.
Por fin entré en meta, que la habían adelantado 2 km a causa de la nieve, y me endosan un bocata de jamón.
Al final ni vi la fuente, ni el Sabuco ese, mejor lo veo por Internet. Luego tocaba bajar, con las manos heladas bajo los guantes, y para la ducha en Lecrin. Eso hubiera querido, una ducha calentita, pero el agua salía helada, como mis manos en la bajada. 

Siempre se sacan cosas positivas, como el arroz que casi no comí, porque no me entraba, la cerveza a tutiplen fresquita y gratuita y los 5 kilos de naranjas que me dieron. Hasta me toco en un sorteo un premio, que no recoji. 
Agradecer a Yola, por el madrugón y por esperar tanto tiempo por el pueblo, y a Esther por su chorizo y su café. Aunque el resultado es lo de menos, me quedé el 23 de mi categoría, y de los últimos de la general. Estaba el nivel alto y yo soy ciclista de fin de semana. Excusas!





















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